En las últimas horas se conocieron detalles sobre la investigación que permitió la detención de Hugo Alberto Peralta, uno de los prófugos más buscados de la provincia de Santa Fe, tras su espectacular escape de la cárcel de Piñero.
Peralta, por quien se ofrecía una recompensa de 500 mil pesos, había salido oculto en un carro de supermercado hasta una camioneta, que este jueves fue secuestrada en Santa Lucía. El prófugo, de 38 años, fue encontrado ese mismo día en Pergamino.
El diario "La Capital" de Rosario reconstruyó los hechos desde el escape del 17 de mayo, a partir de la causa que instruye la fiscal Paola Aguirre. Intervenciones telefónicas permitieron dar con las pistas que condujeron hasta San Pedro, Arrecifes y Pergamino e iniciar un rastrillaje que demandó la intervención de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) santafesina, la Policía Bonaerense y la Policía Federal Argentina.
Fuga y escape
Dos años después de protagonizar con otros once presos, el 8 de mayo de 2019, la recordada fuga del minibús que los llevaba a la cárcel de Coronda luego de un encuentro con visitas en Rosario, Carlos Andrés D'Angelo y Peralta lo hicieron de nuevo el 17 de mayo de este año. Para entonces estaban alojados en el pabellón 13 de Piñero, donde el primero cumplía una pena a 25 años por el homicidio de un comerciante en Granadero Baigorria y el segundo purgaba una condena por robo calificado.
Ese lunes, cuando se hizo el recuento posterior al horario de visitas se detectó que D'Angelo y Peralta no estaban en sus celdas. Entonces se revisaron las doce cámaras que habían recorrido los visitantes y así se detectó que las dos mujeres que habían ido a visitar a esos presos habían ingresado cajas con elementos de limpieza y víveres en unas carretillas similares a las que usan en los supermercados mayoristas: sin rejas y con capacidad para más de 100 kilos.
Esas mujeres fueron captadas a las 16.26 saliendo por el último de los cuatro controles sin que nadie las revisara. Según la investigación, en cada uno de los carritos iban Peralta y D'Angelo escondidos entre cajas de bananas y ropa. También quedó registrado cómo los carritos eran llevados hasta una Ford EcoSport estacionada en el playón frente a la cárcel en la que finalmente los presos abandonaron se fugaron junto con sus visitantes.
La EcoSport empleada en la fuga fue hallada en la casa de su dueño, el suegro de Peralta, en la localidad de Santa Lucía, el jueves pasado.
Investigación
La investigación comenzó con los allanamientos a las casas de las parejas de los evadidos. La mujer de Peralta, que al parecer había ingresado entre las visitas con un nombre falso, no fue ubicada. Pero la de D'Angelo, Joana C., quedó detenida en su departamento del Parque del Mercado donde se incautó un carrito similar a los usados en la fuga. También se encontró allí ropa similar a la que ella había usado en la visita y también vestimenta de su marido, de lo que se infirió que en ese carrito se había escondido el preso. Dos días después D'Angelo cayó en una casa de Roca al 600 de Villa Gobernador Gálvez donde también detuvieron a su moradora, Yanina L.
Búsqueda
La búsqueda de Peralta comenzó a través de intervenciones telefónicas tanto a familiares suyos como de Evangelina. El rastreo no fue fácil porque los fugitivos cambiaron sus líneas pero hablaban usualmente por whatsapp. De la investigación, indicaron fuentes policiales, se estableció que Peralta iba cambiando de lugar de alojamiento, que a veces su familia se quedaba en algún lugar y él se movía en colectivo. Hubo un par de incidentes por los cuales las líneas telefónicas se caían hasta que finalmente se pudo localizar dónde estaban las tres personas buscadas.
La investigación de la AIC, que contó con la colaboración de la DDI Pergamino de la policía bonaerense y brigadas de inteligencia de la PFA, estableció que Peralta y su familia estaban en Pergamino mientras que Cristian G. estaba en Santa Lucía, una pequeña población de la provincia de Buenos Aires situada unos 20 kilómetros al oeste de San Pedro de donde es oriundo. Así se organizó para ayer a la mañana una serie de allanamientos.
En Santa Lucía se realizaron dos requisas. En Presidente Perón al 800 fue detenido Cristian G., de 47 años y cuñado de Peralta, a quien se le secuestró el celular. Y en Belgrano al 800 fue secuestrada la Ford EcoSport negra empleada para la fuga, propiedad del padre de G., contra quien no se tomó ninguna otra medida. También se realizó un allanamiento en un paraje ubicado en la zona rural de Arrecifes, pero dio resultado negativo.
Peralta fue encontrado en una vivienda de Becerra al 800 de Pergamino. La policía requisó primero un domicilio con resultados negativos, pero vecinos de la cuadra les señalaron a los efectivos una modesta casa de ladrillo sin revocar donde “desde hacía unos días vivía gente ajena al barrio”. Los efectivos golpearon la puerta y los atendió Evangelina. En el piso de arriba estaba Peralta. Nadie opuso resistencia. En la vivienda también estaban los hijos de ambos, de 10 y 14 años.
Los policías requisaron la casa y hallaron un celular, 63 mil pesos en efectivo y 81 gramos de marihuana prensada por la cual se le formará a Peralta una causa en la Justicia bonaerense por tenencia simple de estupefacientes. Se espera para las próximas horas que Peralta, su pareja y su cuñado sean trasladados a Rosario.
Imputados
Peralta deberá, en principio, seguir cumpliendo su condena. Habrá que ver si le formulan alguna imputación, teniendo en cuenta que la fuga no fue violenta y que, por esa razón, a D'Angelo no le imputaron ningún delito. Y sus presuntos cómplices, en principio, serán imputados por haber colaborado con la evasión.
Al respecto cabe recordar que hasta el momento hay once personas imputadas por la fuga: Joana C. y Yanina L., por colaborar con D'Angelo, y los nueve penitenciarios que deberían haber detectado la maniobra y que quedaron detenidos al principio. Sin embargo luego se estableció que siete de los agentes habían actuado en forma negligente y por eso los reimputaron y liberaron.
Así, solo quedan los celadores del pabellón 13 sospechados de haber facilitado la evasión dolosamente: el celador Ezequiel Albert F. y su ayudante Roberto Carlos R. Ambos permanecen detenidos con prisión preventiva acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado de evasión. En ese sentido, ayer el camarista José Luis Mascali rechazó un pedido de la defensa para que fueran liberados.