Controles, evaluaciones e inmunización en Mateo Sbert

La Secretaría de Salud municipal, en conjunto con el área de Salud Comunitaria, organizó una jornada de salud en el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) Mateo Sbert, con el objetivo de brindar atención integral a los vecinos y fortalecer la prevención de enfermedades.

Un año después, continúa la polémica por el destino del mástil de un buque hundido


El Museo Paleontológico de San Pedro publicó un posteo en sus redes sociales en el que vuelven a plantear la necesidad de preservar un mástil que fue levantado por los pescadores Machado, Boari y Pardo hace exactamente un año, en cercanías del arroyo Los Lobos. 

La institución asegura que perteneció al "Blanca Rosita", un barco argentino que en 1926, colisionó en ese lugar con un vapor belga.

"Acudimos al llamado de los pescadores y quisimos traerlo al museo. El resto de la historia está en esta nota que presentamos hoy a Prefectura San Pedro con la firma de 45 colaboradores del museo" expresaron desde el Grupo Conservacionista, planteando la pregunta: "¿qué siga en un galpón del puerto o que vaya al museo...?". 


Este es el texto de la nota enviada al Prefecto Irineo Alegre


"Estimado Sr. Prefecto

Tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. a los efectos de solicitarle, tenga a bien, entregar a este Museo Paleontológico, en custodia y depósito, el mástil recuperado en Octubre de 2020 por los pescadores Boari, Machado y Pardo, a la altura del kilómetro 263 del río Paraná.  

 Como Ud. recordará, el 17 de Octubre del año pasado, el Museo Paleontológico fue avisado del hallazgo por los mencionados pescadores. Los señores José L. Aguilar y Javier Saucedo, acudieron de inmediato al lugar en una embarcación propiedad del mencionado Sr. Saucedo. 

Una vez en la isla, los pescadores narraron el hallazgo y dejaron en manos de los integrantes del Museo Paleontológico el mástil en cuestión para, según sus propias palabras “que sirva para conocimiento de todos los sampedrinos, colegios y visitantes del museo”. 

Lamentablemente, al ingresar al puerto de San Pedro, nos detiene un control de rutina del cual Ud. participaba junto a su personal de Prefectura San Pedro. Al observar el mástil que traíamos en la embarcación, nos dice que tiene que “decomisarnos la pieza” en virtud del cumplimiento de la Ley 25.743. En ese momento Aguilar le refiere, en reiteradas ocasiones, que está cometiendo un error ya que el mástil provenía de un naufragio de tan sólo 94 años. Y que para estar protegido por dicha ley, el objeto debe tener 100 años contados a partir de la fecha de naufragio, según indica el decreto reglamentario de la legislación mencionada.

No obstante, lo manifestado por los integrantes del museo, el mástil quedó en un galpón del puerto de San Pedro, en vez de estar a resguardo en el museo.

En reiteradas ocasiones, a lo largo de este año, vía mensajes de whatsapp, Aguilar tomó contacto con Ud. para consultarle sobre el destino del mástil. Su respuesta fue que “van a venir a verlo de la Universidad de Luján”.

El pasado 13 de Octubre, Aguilar volvió a consultarlo por el mismo medio sobre el destino del mástil, a lo que Ud. respondió “sigue ahí, Mariano Ramos pidió que quede por ahora ahí”, entendiendo que la persona que menciona es integrante de la referida Universidad de Luján. Entendemos tal vez, que se refiere al mismo investigador que nunca quiso confirmar con nosotros el hallazgo del “Republicano” (del cual en estos días se cumplen los 6 años de su descubrimiento) o el mismo que el pasado mes de Agosto decidió tirar al agua, primero, y luego enterrar un antiguo cabrestante antes que lo tuviera el Museo Paleontológico de San Pedro.

Por todo lo expuesto, y habiendo pasado ya un año del hallazgo del mástil en cuestión; tiempo en el que sin cuidado alguno, ni medida de preservación, ni nada de nada, estuvo tirado en un galpón de puerto un objeto reclamado por un museo que quiere transmitir su historia a la comunidad, es que solicitamos se nos devuelva lo que, a nuestro humilde entender, fue erróneamente extraído de una embarcación particular.

No está bajo ley alguna. Es de interés como parte de la historia moderna de la ciudad. Lo reclama el museo que se preocupó en traerlo hasta la ciudad. Pasó un año y nadie lo cuidó ni se realizó medida de preservación alguna. Pasó un año y a nadie le preocupó el hallazgo. Si sigue en ese galpón sólo se contribuirá a su deterioro.

Es por esto y más, que no vemos motivo algún para que este objeto siga abandonado en un galpón en vez de estar brindando conocimiento desde una sala del museo".