La historia del sampedrino Santiago David Möhlinger, 44 años, dos hijos de 9 y 13 años, llegó esta semana a medios nacionales ya que, con su donación de médula ósea, ayudó a vivir a una niña australiana.
En 2016, donó sangre durante una campaña del Hospital Garrahan en nuestra ciudad, y en julio de este año, lo llamaron para decirle que era “posible donante de médula”.
Para ser donante se requiere, mínimo, 75 por ciento de compatibilidad entre las personas. Sorprendido, accedió a los primeros estudios que fueron enviados a Estados Unidos. A los pocos días recibía otra comunicación en donde le confirmaban que es 95 por ciento compatible con una niña de 8 años que vive en Australia.
La niña tiene, según explicó David, leucemia terminal y necesita de médula ósea para continuar viviendo.
El banco de médula, a diferencia de los bancos de sangre, son mundiales, ya que las posibilidades de compatibilidad entre las personas son de 1 en 10 millones.
Entre el 9 y el 10 de agosto el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) estuvo a cargo del traslado de David hasta Capital Federal para concretar la extracción de su material genético, médula ósea, que fue enviado inmediatamente a Australia en un vuelo sanitario.
El proceso de extracción consta de una transfusión. “Es todo por sangre, aunque muchos piensan que es por la columna. No te perjudica en nada, y menos si sabés que vas a donar para salvar una vida”, contó.
Desde aquel día, David espera saber cómo está la niña, pero deberá aguardar hasta noviembre por cuestiones protocolares.
Si bien él no conoce la identidad de la australiana, la familia de la pequeña sí sabe quién es David, aunque no pueden tener contacto hasta dentro de dos años.
"Fue en 2016, voy a anotarme, dono sangre y me preguntaron si quería ser donante de médula. Todos decían que era muy complicado, que tenían que sacar de la columna, y no era así. En marzo de este año me llaman de INCUCAI y me dicen que si quería ser donante de médula tenía que hacerme un estudio, me sacaron sangre en el Hospital y mandaron la prueba a Estados Unidos" explicó, en declaraciones a Equipo de Radio.
"Hay una chance entre un millón y diez millones de ser compatible. Salí 95% compatible con una nena de Australia. Me llevaron al Hospital Alemán de Buenos Aires, en donde trabaja el INCUCAI. Tenés que ser sano, no tener diabetes ni otras patologías.
Me hicieron un PCR y al otro día, a las 7 empecé a donar" detalló.
"La nena tiene 8 años, una leucemia terminal y como tengo dos hijos, me conmovió todavía más" agregó.
David dio detalles de cómo funciona el procedimiento: "Tenés que ponerte tres inyecciones por día durante cinco días para levantar los glóbulos blancos. Yo llegué a tener 45 millones de glóbulos blancos, lo que facilitó que la donación sea exitosa. Es todo por sangre, sacan de un brazo, la van filtrando, van sacando lo que necesitan, y por el brazo izquierdo me van metiendo la sangre de nuevo. Tarda más o menos cuatro horas. En mi caso fueron dos horas porque por la compatibilidad pudieron sacar mucho más de lo que pensaban inicialmente".
En Argentina, según el Ministerio de Salud de la Nación, 3 de cada 4 pacientes necesitan recurrir a donantes voluntarios de médula.
Para ser donante de médula ósea, se puede consultar en campañas de donación de sangre o inscribirse en el Registro Nacional de Donantes Voluntarios de CPH (Células Progenitoras Hematopoyéticas).