Los restos fosilizados de un enigmático animal relacionado con los actuales armadillos, perezosos y osos hormigueros fueron recuperados en una cantera cercana a la ciudad de San Pedro, a 160 kilómetros de Buenos Aires. El fósil fue descubierto por el Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo que conduce el Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres”, de la mencionada localidad bonaerense.
Todo comenzó hace unos años cuando, en una exploración de rutina, los integrantes del museo recorrían una cantera de extracción de tosca propiedad de la firma “Tosquera San Pedro”. Allí, en una dura capa de sedimentos depositados en un período comprendido entre los 500.000 y 700.000 años atrás, observaron fragmentos de huesos fosilizados de color negro aflorando entre las rocas.
“Al final de la jornada habíamos logrado recuperar una cintura pélvica parcialmente conservada junto a dos vértebras de la columna adheridas por el sedimento y algunos fragmentos costales. Después de la limpieza en el laboratorio y las primeras observaciones, comenzamos a ver que era una pelvis que, por sus dimensiones y características, se podía corresponder solamente con la de ciertos xenartros prehistóricos cuyo tamaño rondaba el metro de longitud y su masa corporal estaba en el orden de los 60 kilogramos. Los xenartros son un gran grupo al que pertenecen los armadillos, gliptodontes, perezosos y osos hormigueros; tanto fósiles como actuales. Sin embargo, a pesar de que la morfología de sus pelvis es bastante diagnóstica en este grupo de mamíferos, el aspecto general era muy diferente a la de todos los géneros conocidos”, explica José Luis Aguilar, Director del museo y la persona que divisó el fósil por primera vez.
“Las piezas fosilizadas están bien mineralizadas y presentan una coloración oscura, muy típica de los fósiles de esta zona que provienen de sedimentos muy antiguos, como estos que se formaron durante la edad Ensenadense”, detalla desde el museo.
“Los fósiles de este animal desconocido provienen de una capa de sedimentos ubicada a unos 8 metros de profundidad del nivel de suelo actual. En esa época, la zona estuvo dominada por pantanos costeros que fueron habitados por animales que, según lo que observamos de los especímenes recolectados a lo largo de estos años, presentan características que los hacen particulares. Una fauna muy interesante. En algunos casos, con especies únicas como Archaeomylodon sampedrinensis, otro curioso animal encontrado en ese lugar en 2009”, comenta el integrante del museo de San Pedro.
Un animal desconocido
El Dr. Alfredo Carlini, del Laboratorio de Morfología Evolutiva y Desarrollo (MORPHOS) de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo (UNLP) e investigador del CONICET, fue el encargado de realizar las comparaciones con ejemplares de diferentes colecciones del país y del extranjero.
Según sus primeras apreciaciones “Se trata seguramente de una nueva especie de un grupo de mamíferos autóctonos sudamericanos, que tiene sus registros más antiguos alrededor de los 50 millones de años atrás y que, a lo largo de su evolución se ha diferenciado en más de 400 especies, la mayoría extinguidas. Los xenartros tienen características muy distintivas en su esqueleto, alguna de las cuales se pueden apreciar en esta cintura pélvica fosilizada que estamos estudiando. A pesar de ello, esta cintura es tan peculiar que al momento es difícil definir con certeza sus afinidades o lazos más concretos con alguno de los tres principales grupos de xenartros conocidos: los acorazados (armadillos, gliptodontes, etc.), los perezosos (megaterios, milodontes, perezosos arbóreos, etc.) o los vermilinguos (osos hormigueros, tamandúas, serafines). En este momento nos encontramos estudiando y comparando este fósil con otros de numerosas colecciones. Este extraordinario material será dado a conocer a la comunidad científica internacional en breve.”