De hecho, el 1 de Enero de 2021, la Secretaría de Salud reportó apenas 4 contagios.
Hasta ese momento, se habían contabilizado oficialmente 1844 casos positivos de Covid en sampedrinos, y 61 fallecimientos de pacientes que atravesaban la enfermedad. Ya era una tragedia.
En ese momento, resultaba muy difícil imaginar que 2021 sería infinitamente peor.
Al cierre de 2021, el número total de personas contagiadas llegó a 6.747 y el de fallecidos a 242. Aún con el freno que supuso el avance de la vacunación, el ingreso de nuevas variantes, las aperturas de actividades y un relajamiento general de los cuidados básicos significó que se produjeran, solo en 2021 4.903 contagios y 181 muertes.
Es decir, el número de personas contagiadas es 2,6 veces más alto que el de 2020, y las víctimas cuadriplican las cifras del año pasado.
Con ese escenario, entramos al 2022 con un porcentaje de positividad cercano al 30 % (3 de cada 10 análisis da positivo) y la altamente contagiosa variante Omicron definitivamente instalada en el país.
Con mínimas restricciones en la provincia de Buenos Aires, es fundamental apelar a la responsabilidad individual y colectiva y apostar a intensificar la vacunación para evitar que la tragedia llegue a límites más graves.
