"Somos una familia que vive en el colectivo, y vamos recorriendo y parando, haciendo feria como acá en San Pedro, ofreciendo libros. Los vendemos, los intercambiamos, los prestamos para que los hojeen y los devuelvan. La idea es que los libros estén en uso, girando, en movimiento, porque la mente se amplía, y también la imaginación. De la venta sale que podamos vivir de esto" cuenta Delfina, quien junto a su compañero ideó esta propuesta, inicialmente pensada para una combi. La llegada de su hijo Antú, de 3 años, y la pandemia, obligaron a un replanteo que permitió comprar y reparar el colectivo con el que hoy giran por toda la Argentina.
La Biblioteca Ambulante seguirá en San Pedro hasta este domingo, antes de seguir viaje a Misiones, su próximo objetivo.
