Los primeros datos recogidos por las imágenes de las cámaras de seguridad del comercio y las recogidas por el centro de monitoreo dependiente de la Secretaría de Seguridad permiten orientar la investigación hacia delincuentes que no son oriundos de San Pedro.
El registro del comercio ubicado en Pellegrini al 1000 determinó la secuencia de los hechos, que obviamente coincide con los primeros testimonios de las víctimas.
Los ladrones simulan ser clientes, por lo que Silvia les abre la puerta. En los siguientes treinta segundos, uno de ellos (el que no llevaba gorra) saca un arma de puño y ambos pasan atrás de uno de los mostradores mientras le apuntan. Aparecen entonces su hijo Gabriel para defenderla, trenzándose con ellos para sacarlos del local y, detrás, Raúl Tettamanti para ayudarlo. En su huída tras el forcejeo disparan provocándole dos heridas al joven y otra a la madre, en ambos casos en las piernas.
Los asaltantes, de acuerdo a lo que aportaron testigos y lo que pudo reconstruirse posteriormente, tomaron en dirección a la Avenida 3 de Febrero, en donde se dividieron. Uno de ellos fue para la calle Mitre, tomando esa arteria "en contramano". El otro salió por el boulevard para calle Salta.
El seguimiento de las cámaras del radio urbano y los accesos aportó pruebas a la Justicia, que ordenó ampliar la zona de búsqueda, ante la presunción de que hayan logrado salir de la ciudad en los minutos posteriores al hecho en uno o dos vehículos.
