El Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo del Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres” ha descubierto el cráneo fosilizado de una nueva especie de anuro que habitó la región durante la edad Lujanense.
El hallazgo fue realizado por el Dr. Julio Simonini, integrante del museo, en una capa sedimentaria cuya antigüedad se estima cercana a los 100.000 años; en Tosquera “Mocoretá”, a 4 kilómetros de la ciudad.
Durante una salida de rutina, Simonini observó unos pequeños y delgados huesillos, aflorando entre un grupo de rocas de color pardo. Por tratarse de restos muy frágiles, recortó un pequeño “bochón” de terreno conteniendo al fósil y lo envolvió en telas con yeso para facilitar su traslado al laboratorio del museo.
Una vez allí, se quitó el sedimento que aprisionaba los restos y se realizó su consolidación final.
Ya se sospechaba que “eso” podía ser algo importante.
"Cada vez que descubrimos restos fosilizados de animales pequeños nos entusiasma porque los más chicos son, a la vez, los más difíciles de encontrar. Además, los huesos grandes son más fáciles de que se preserven en estado fósil, justamente por ser más masivos. Por eso, cuando vi esas pequeñas estructuras, sentí una gran satisfacción porque uno siempre tiene la esperanza de que ese ejemplar que acaba de recuperar, sea algo inusual, algo único. Y esta vez…se dio así”, explica Julio Simonini, protagonista del hallazgo.
El Sr. José Luis Aguilar, Director del Museo de San Pedro, agrega que “este hallazgo representa una gran oportunidad para conocer con más detalle la fauna de anfibios que habitó durante el Pleistoceno de la región. Al tratarse de una especie desconocida hasta hoy, amplía el espectro de este grupo aportando información inédita sobre la diversidad de estos animales. El hecho de haber hallado gran parte del cráneo del animal posibilitó la comparación con sus congéneres fósiles y actuales, logrando determinarse que se trataba de un animal nunca antes descubierto. Una nueva especie de estos voraces depredadores que cazan por movimiento. Cualquier animal que pasa frente a sus ojos, corre el riesgo de ser devorado.
Comunicar el hallazgo de una nueva forma de vida fósil, como en este caso, siempre es un gran logro para un museo paleontológico; es un aporte a la paleontología de Argentina que nos llena de orgullo”.
La nueva especie de anfibio está siendo estudiada por el Dr. Guillermo Turazzini, del Laboratorio de Morfología Evolutiva y Paleobiología de Vertebrados (FCEyN-UBA/CONICET) y el Dr. Federico Agnolin, del Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (MACN/CONICET)
El Dr. Turazzini detalla al respecto: “Al comienzo de la investigación, las primeras observaciones sobre la anatomía craneana del animal nos permitieron sospechar sobre una posible relación con una especie de escuerzo fósil denominada Ceratophrys ameghinorum, hallada en el sur de la Provincia de Buenos Aires, de unos 4 millones de años de antigüedad. Sin embargo, la inclusión del ejemplar de San Pedro en un análisis de parentesco entre escuerzos fósiles y actuales, nos permitió concluir que el nuevo ejemplar efectivamente se encuentra más emparentado con una especie actual de escuerzo que vive en las selvas de la costa atlántica del sur de Brasil, que con las especies de escuerzos que hoy están presentes en el Norte de Buenos Aires.
Este análisis demuestra que el ejemplar fósil de San Pedro representa una nueva especie para la ciencia, que se encuentra en proceso de ser descripta y nominada. Hemos consensuado con el museo que este nuevo anfibio lleve el nombre de su descubridor, ya que es un incansable colaborador de la institución.
La identificación de una nueva especie fósil no sólo es interesante porque nos permite comprender mejor la diversidad pasada de los anfibios y la evolución del grupo sino que, además, evidencia que las extinciones ocurridas durante la última glaciación no sólo afectaron a los grandes mamíferos, sino que el grupo de las ranas, sapos y (en este caso) escuerzos también sufrió pérdidas notables”.