La última prospección realizada por el equipo del Museo Paleontológico de San Pedro en la plaza Constitución, permitió la recuperación de nuevos elementos vinculados a la historia de nuestra ciudad.
Botones, municiones de armas de fuego, restos de copas de cristal, clavos del armado de andamios durante la construcción de la iglesia mayor, ofrendas religiosas y objetos de hierro forjado que podrían haber pertenecido a la iglesia del convento franciscano, son algunos de los elementos recuperados.
EXVOTO DE PLATA
Un objeto de plata, en forma de corazón, que en épocas pasadas se utilizaba para solicitar o agradecer diferentes favores religiosos, fue encontrado en inmediaciones de la iglesia actual. Según las apreciaciones de Claudio Ruibal, anticuario de la ciudad, "representa una práctica común en la antigüedad, donde se agradecían cuestiones de salud física, problemas emocionales y demás inconvenientes o deseos, colgando objetos de diversas formas relacionadas al pedido realizado, en las paredes de los templos".
MONEDAS MACUQUINAS
Un par de monedas muy antiguas, llamadas comúnmente "macuquinas", son parte de los elementos hallados con la colaboración de Ignacio Desanzo, quien con su equipo de detección colaboró con el grupo del museo para recuperar elementos metálicos.
Esas monedas eran acuñadas de forma manual golpeando un fragmento metálico hasta aplastarlo y luego estampándoles un sello de un martillazo. Fueron comunes entre los siglos XVI al XVIII. En el caso de las halladas en la plaza Constitución, están fragmentadas, son de plata y presentan un gran desgaste que apenas deja distinguir el sello. Sin embargo, son grandes testimonios de un momento de la historia del pueblo.
HERRAJES DEL CONVENTO
Dos elementos llamaron la atención del grupo del Museo Paleontológico. El primer elemento es una bisagra realizada en hierro forjado, de visible antigüedad, cuyo diseño ya ha sido observado por el grupo del museo en ciertas aberturas franciscanas del siglo XVIII y principios del XIX.
Pero el más vistoso de los herrajes hallados es uno realizado en metal fundido sobre molde, con la forma de una gran hoja de árbol, de unos 7 mm de espesor, pesado, que habría sido parte de un gran manijón de hierro ubicado en alguna puerta de importancia.
"Por lo que vemos, este herraje tenía una argolla metálica que servía para tirar de una puerta al momento de cerrarla. Su cuidada ornamentación nos hace pensar que debió haber estado colocado en una abertura de cierta importancia y tamaño. Por la cercanía de donde se construía la iglesia actual, con la iglesia en ruinas del convento, en aquellos años (1860), pensamos que pudo haber estado colocado en alguna puerta que fue reutilizada como tablas, por los albañiles que construían la iglesia mayor", explican desde el Grupo Conservacionista.
"Creemos que aquellos albañiles, reutilizaron todo tipo de material que sirviera y que estuviera en la vieja iglesia del convento. En aquella época no había ferreterías donde ir a comprar cosas y si la solución estaba al oto lado de la calle, abandonada y cayéndose, había que aprovecharla", deducen desde el GCF.
Los objetos recuperados se encuentran en etapa de acondicionamiento y, más adelante, serán parte de una muestra que organizará el equipo del Museo Paleontológico para toda la comunidad.