Fernando Tauber fue declarado ciudadano ilustre de San Pedro

El intendente Cecilio Salazar encabezó este martes un emotivo acto en el que se declaró a Fernando Tauber Ciudadano Ilustre de San Pedro. La ceremonia, que se llevó a cabo en el Salón Dorado del Honorable Concejo Deliberante, contó con la presencia de familiares, amigos, autoridades municipales y el presidente del HCD, Pablo Vlaeminck. En su discurso, el intendente Salazar destacó la trayectoria académica de Tauber y su compromiso con la educación pública. "Fernando es un orgullo para nuestra ciudad. Su dedicación a la educación y su lucha por una universidad pública y de calidad son un ejemplo para todos nosotros", expresó Salazar.

Trabajadores de un vivero descubrieron un machacador de mortero aborigen


Trabajadores de un vivero ubicado en cercanías de San Pedro, descubrieron una pieza arqueológica utilizada para moler cereales en la antigüedad. El objeto de piedra fue hallado mientras los jóvenes Juan Antonio y Nahuel Barrios realizaban tareas de extracción de plantas en el predio de la familia Billoch, reconocidos productores viveristas de la zona de San Pedro.

El elemento hallado es una “mano de metate o molino”, construido en roca de color gris, que fue recuperado a pocos centímetros bajo la superficie del campo, luego de que una de las palas que utilizaban los trabajadores rurales golpeara contra el duro objeto.

De inmediato, el Sr. Guillermo Billoch, uno de los propietarios del lugar, se acercó al Museo Paleontológico de San Pedro con la pieza recuperada dejándola a disposición de la institución.

El Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo de la institución sampedrina, se comunicó con el Dr. Daniel Loponte, investigador de Conicet y arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), con quien el museo interactúa en estos casos.

De acuerdo a la opinión del Dr. Loponte, “El hallazgo parece corresponder a una mano de metate o mano de molino, formada en una roca metamórfica alóctona (ajena) a la región. Estos artefactos comenzaron a utilizarse en épocas prehispánicas por parte de las sociedades indígenas del noroeste y centro del país, y se siguieron utilizando hasta bien entrada la época colonial y principios de la independencia. Dado que apareció enterrada sin ningún contexto asociado, es difícil determinar su antigüedad. Los indígenas locales de la época pre colonial no las utilizaban pero no puede descartarse que sea un artefacto indígena manufacturado en las Sierras Centrales o el noroeste argentino y desde allí haya llegado a través de procesos de intercambio hasta las costas del Paraná donde las sociedades pre coloniales podrían haberla empleado en el procesamiento de vegetales para obtener harinas. Como señalamos anteriormente, tampoco puede descartarse que pertenezca al período histórico. Un análisis de micro residuos adheridos a los poros del artefacto será importante para evaluar su utilización efectiva y también para estimar, a grandes rasgos, su antigüedad”.