Un equipo del Museo Paleontológico "Fray Manuel de Torres" realizó un hallazgo de gran relevancia en una cantera ubicada en la localidad de Ingeniero Moneta. Se trata de una estructura que se asemeja a una pequeña cueva o madriguera prehistórica, en cuyo interior se encontraron los restos fósiles de un guanaco juvenil, junto con evidencias de un antiguo banquete.
Los investigadores, liderados por José Luis Aguilar, director del museo, se sorprendieron al encontrar no solo los restos del guanaco, sino también marcas de dientes en los huesos, lo que sugiere que el animal fue devorado por otro predador en el lugar. "Al examinar los fósiles, nos dimos cuenta de que todas las piezas estaban diseminadas en un área muy reducida, como si estuviéramos en el piso de una cueva", explicó Aguilar.
La madriguera, estimada en unos 2,80 metros de profundidad y 2 metros de ancho, se encontraba llena de un antiguo barro verdoso, lo que indica que en algún momento pudo haber sido inundada. Los restos del guanaco, cubiertos por este sedimento, estaban fragmentados y mostraban marcas de dientes que podrían corresponder a un félido o cánido de pequeño tamaño.
"Este hallazgo es único en su tipo y nos brinda una ventana al pasado", afirmó el Dr. Rodrigo Tomassini, investigador del CONICET, quien se encuentra analizando los fósiles. "Las marcas en los huesos nos permiten reconstruir una escena de caza y consumo hace miles de años, lo que nos aporta valiosa información sobre las relaciones tróficas y el comportamiento de los animales que habitaban esta región".
Los materiales están siendo actualmente estudiados desde una perspectiva tafonómica por el Dr. Rodrigo Tomassini, investigador del INGEOSUR (CONICET)-Universidad Nacional del Sur, de Bahía Blanca y colaboradores. Al respecto, el Dr. Tomassini indicó que: "El análisis tafonómico de la asociación en su conjunto, así como de cada resto en particular (observando las características de todas las marcas presentes), y del contexto sedimentario en el que se recuperaron, nos permitirá interpretar el origen de la acumulación y evaluar -entre distintos mamíferos- los posibles productores. Este tipo de hallazgo no es para nada habitual en el registro fósil de nuestro país y resulta de gran interés por la información que puede aportar sobre las relaciones tróficas del Pleistoceno medio".