En el día de ayer, se llevó a cabo el traslado a unidades penales de dos delincuentes que se encontraban alojados en la comisaría local.
El primer traslado correspondió a un hombre de 29 años, imputado por el robo a una oficina comercial ubicado en calle Pavón al 100, ocurrido el pasado 19 de agosto. Tras un mes detenido en la comisaría, el individuo fue trasladado a una unidad penal para aguardar su juicio.
En otro procedimiento, se trasladó a un delincuente de 20 años, detenido el pasado 5 de septiembre en una vivienda de calle Ruffa al 1300. Este sujeto, con antecedentes penales por robo, se encontraba incumpliendo una medida de arresto domiciliario al momento de su detención. Ahora, deberá enfrentar los cargos por robo reiterado y tenencia ilegal de arma de guerra en una unidad penal.
Estos traslados se enmarcan en los protocolos establecidos para garantizar la seguridad tanto de los detenidos como de la comunidad. Asimismo, se busca evitar la congestión en las comisarías, que muchas veces se encuentran superadas en su capacidad.