La intensificación de las medidas de fuerza del sector agropecuario, a las que se sumaron los transportistas en los últimos días, originó el faltante de numerosos productos alimenticios. La mayoría de los supermercados y comercios minoristas dejaron de recibir lácteos en la última semana, mientras que los aceites y la harina están discontinuados desde hace más de un mes. En la mayoría de los negocios se decidió establecer una venta limitada de productos por persona, ante el riesgo de desabastecimiento total. El stock no supera en ninguno de los casos los cincuenta productos por comercio, y no hay reposición de los distribuidores por tiempo indeterminado. Además, los costos se dispararon en los últimos días para quienes cuentan con mercaderías en sus góndolas. Otros productos como galletitas, fideos y polenta también faltan en la mayoría de los negocios, mientras que la mayoría de los cortes de carne vacuna y pollos comienzan a escasear. |
