Hallan restos fósiles de un perezoso terrestre gigante de más de 400.000 años

Un equipo del Museo Paleontológico "Fray Manuel de Torres" de San Pedro descubrió restos fósiles de un antiguo perezoso terrestre gigante del género Scelidotherium en la zona conocida como “Bajo del Tala”. Las piezas halladas pertenecerían a un ejemplar cuya antigüedad se estima superior a los 400.000 años, correspondiente al tramo final de la edad Ensenadense. El hallazgo se produjo mientras el equipo del museo, integrado por Walter Parra, José Luis Aguilar, Julio Simonini y Jorge Martínez, exploraba las barrancas de un predio propiedad de la empresa arenera Spósito S.A., un área de trabajo habitual para las investigaciones paleontológicas locales. En este sector se distinguen diversas capas geológicas que conservan evidencias de vida desde el Pleistoceno medio hasta la actualidad.

Un proyecto para San Pedro obtuvo el segundo lugar en el premio Clarín Arquitectura

Un proyecto para la construcción de un criadero de peces en las barrancas sobre las que se asienta la ciudad de San Pedro quedó en el segundo lugar del concurso anual que otorga el premio Clarín – SCA de arquitectura.
Los ganadores de la octava edición del Premio Clarín-SCA se dieron a conocer esta semana, y además de la mencionada iniciativa también fueron reconocidos un centro cultural y de gestión en Barracas, un edificio cultural en el centro y un observatorio de estrellas.
En el suplemento de arquitectura de Clarín se menciona que “el segundo premio, un criadero de peces en el Delta del Paraná, planteó tres aspectos: el lugar, el material a utilizar (la madera) y el programa: un fin productivo. "Intenté generar una propuesta que constituyera una invención inteligente a partir de estas tres variables", dice Juan Ignacio Misurelli, estudiante de la FADU-UBA”.
El edificio apaisado, que ocupa entre 3500 y 4000 m2, se emplaza sobre bañados, terrenos blandos comprendidos entre el río Baradero y la barranca sobre la cual se asienta la ciudad de San Pedro. "Tomé la decisión de elevar el edificio sobre la cota de inundación del terreno. Así la estructura pisa la tierra y además construye un piso que flota en las aguas del río, sobre el cual se desarrolla parte del programa de manera descubierta", agrega.
El espacio exterior contiene elementos para el control y uso del agua y estanques y jaulas para la cría y engorde de peces Y el interior, bajo la piel de madera, se procesa el pescado.
Mediante la repetición de elementos lineales de madera (columnas, pilotes, cabios y listones) y dentro de un volumen de vidrio se desarrollan los espacios. "Define un lugar en sombra, un edificio fresco dotado de luz natural y ventilación", dice Misurelli. Para el arquitecto Roberto Frangella, uno de los jurados, es acertada la idea de trabajar todo el proyecto en madera, ya que confiere un marcado carácter y lo integra al paisaje ribereño.
[Foto diario Clarín: El proyecto premiado]