Laura Ponce, la mujer que ocupó una vivienda ubicada en Belgrano al 300, dio su versión de lo sucedido a La Radio 92.3.
“Yo ingresé a ese lugar con mi hijo menor, su señora, el bebé y mis otros dos hijos, uno con discapacidad, y cuando llegamos, la puerta estaba rota” indicó la mujer.
Laura explicó que llegó a ese lugar porque era conocida de quienes habían usurpado esa casa con anterioridad, para luego abandonarla. “Nosotros conocimos a la gente que había usurpado, y que se fueron. Cuando se fueron le dijeron a un amigo mío y nosotros nos metimos” relató.
Su decisión de retirarse del barrio 150 viviendas se produjo luego de una serie de incidentes violentos, y de que la vivienda que le había sido adjudicada fuera baleada en reiteradas ocasiones.
A pesar de la documentación presentada ante la Justicia por la responsable de la inmobiliaria que tiene a su cargo la propiedad, Laura sostiene que “la casa está abandonada hace veinte años, y está para el trámite de posesión veinteañal”.
La mujer desmintió que hubiera sido instigada para ingresar a ese lugar, como parte de una maniobra especulativa para comprar la vivienda a precio vil.
