La difusión de los alcances de una de las propuestas para el recorte en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria puso en alerta a los trabajadores del organismo.
El borrador, que trascendió esta semana, contempla una fuerte reducción de puestos de trabajo, la venta de tierras y edificios, y un drástico recorte en gastos operativos.
La Asociación de Personal del INTA (APINTA) lleva adelante una serie de reuniones y asambleas, que culminarán con una movilización a la sede central para el 28 de Noviembre, día en que se realizará la reunión del Consejo Directivo.
El proyecto incluye un apartado bajo el título "Evaluación de inmuebles (Centros Regionales y Experimentales)" que tiene, en su página 31, un informe sobre la Estación Experimental Agropecuaria San Pedro, ubicada en el kilómetro 170 de la Ruta 9. De aprobarse la iniciativa, de las 115,55 hectáreas totales, solo 14,5 permanecerían como reserva para el INTA, mientras que las otras 101 figuran como "superficie a disponibilizar".
El plan de acción comercial plantea dos posibilidades: la venta en subasta pública o la concesión de uso por un plazo de una campaña agrícola renovable y posterior venta por subasta pública.
En el caso de San Pedro, se aclara que "oportunamente el INTA ha informado que sobre este inmueble existe una cooperadora que lo explota". Además, el informe incluye como referencia "campo para ganadería" con la imagen de un vacuno, sin que se especifique su significado.
Hasta el momento no existen certezas sobre la aplicación de estas medidas, aunque de concretarse podrían afectar estudios de larga duración, plantaciones e investigaciones en marcha.
Representantes de la Secretaría iniciaron, en paralelo con este proceso, una serie de recorridas para verificar en cada predio el trabajo de los profesionales e investigadores.
Reacciones y consecuencias
En otro apartado, el proyecto detalla los puntos que el INTA cedería ante los Ministerios de Economía y de Desregulación. Los titulares de ambas carteras vienen presionando desde principios de año para reducir la planta de personal del organismo.
Organizaciones como la Federación Agraria y Bases Federadas han expresado su rechazo al desmantelamiento del INTA, advirtiendo sobre las consecuencias negativas que esto tendría para el desarrollo del sector.
El ex presidente del INTA, Juan Cruz Molina Hafford, renunció al cargo por oponerse a un ajuste tan drástico. Su sucesor, Nicolás Bronzovich, deberá ahora convencer al Consejo Directivo de la necesidad de implementar estas medidas.