Estas madrigueras, llamadas paleocuevas o crotovinas, fueron excavadas por diferentes especies de armadillos fósiles durante la prehistoria de la región.
Por el tamaño de la paleocueva descubierta por Silvina Carro y José Luis Aguilar, del Grupo Conservacionista, se estima que pudo haber sido construida por algún armadillo de los géneros Pampatherium, Eutatus o similar; animales cuyo cuerpo apenas superaba el metro de longitud y excavaban galerías de varios metros de extensión que tenían unos 60 a 90 cm de diámetro.
La Dirección de Turismo se sumará con la cartelería didáctica necesaria para que acompañe a este nuevo punto de interés educativo en ese sector de la barranca, en Vuelta de Obligado.
